El 12 de diciembre se cumplen 200 años del nacimiento de Gustave Flaubert, considerado como uno de los grandes novelistas de todos los tiempos.
Figura puente entre el romanticismo y el realismo, dio una estructura definitiva a la novela, género todavía vacilante y ambiguo, elevándola a la categoría de los géneros clásicos.
Gustave Flaubert no fue sólo un magistral adelantado de la modernidad, sino que fue también gran contador de historias, prodigioso captador de ambientes y extraordinario creador de caracteres. La publicación de Madame Bovary en 1856 suscitó un proceso por ofensa a la moral pública y a la religión, del que Flaubert salió absuelto. Favorecida por el escándalo, la novela inició a partir de ahí su camino a la gloria, que el paso del tiempo no hace sino acrecentar. La persistente admiración que despierta Madame Bovary se debe sin duda a que constituye un personaje literario excepcional.
La educación sentimental es, en palabras del propio autor, "la historia moral o más exactamente sentimental" de los hombres de su generación. De todos los libros del autor, éste es el que mejor representa sus rasgos característicos, en el que nos narra experiencias de su propia vida: la trasposición literaria de la pasión que el escritor sintió por Elisa Foucault.
Salammbô apareció en las librerías el 24 de noviembre de 1862. Su éxito fue inmediato y duradero. Para Flaubert la escritura de Salammbô fue una tarea gozosa y dio en ella a conocer el rico tesoro de imágenes, formas y colores traídas de su viaje a Oriente, conjugando la emoción plástica con la resurrección del pasado. Se revela en esta novela como un refinado pintor de masas y de paisajes que sumergen al lector en una atmósfera de ensueño, pero también en una brutalidad de pesadilla.
Los últimos diez años de la vida de Gustave Flaubert son especialmente difíciles para el autor, agobiado por problemas personales y viviendo una época compleja de gran agitación social. Tres cuentos es fruto de ese estado de decepción, resucitando esquemas grabados en su imaginación, que abarcan lo contemporáneo, lo medieval y lo bíblico.
Entre todos los libros de Flaubert, La tentación de San Antonio es el que mejor expresa la naturaleza profunda del escritor. Concibió la idea de escribir este drama filosófico en sus años de colegial en Rouen. Flaubert concibe en esta obra el mundo como un infierno y un vasto teatro, en el que se suceden las apariciones infernales. Igual que Dante, guiado por Virgilio, recorría los círculos del infierno, Antonio, llevado por el demonio, se desplaza en sueños por el espacio.
Bouvard y Pecuchet, publicada tras la muerte de su autor en 1881, es la novela de la tontería y la vulgaridad contemporáneas, cuya raíz está en la fe ciega en el poder redentor de la técnica, de la industria y del comercio. Para la escritura de esta novela Flaubert realizó lecturas enciclopédicas que reflejan su obsesión por que el escritor deba estar documentado sobre lo que escribe, para que así la subjetividad se reduzca al máximo.
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