Introducción al arte occidental del siglo XIX
Entre 1780 y 1880 la actividad artística de Occidente se articuló en torno a unas premisas que dieron continuidad a una época: en las academias se debatía sobre el sentido de la belleza y el modo de alcanzarla, el conocimiento del pasado proporcionaba un criterio en la formación del gusto, las exposiciones públicas y los museos ordenaban los objetos destinados a ser contemplados, la sensibilidad estética era un signo de distinción y las obras de arte se valoraban como un testimonio del progreso espiritual del ser humano.